Tres y una multitud
Divertidos, gamberros, ácidos, inteligentes, desenfadados, elegantes, expresivos, cachondos, impecables, fabulosos, creativos, lanzados, cómplices, imprevisibles... en definitiva: geniales.
Son Tricile, para que decir más.
La otra noche fuímos a verlos mi novia y yo al Teatro Olympia. Esperaba muchísimo de ellos pero aun así me quedé corto, se superaron.
El desarrollo de la función pasaba por minutos durante los cuales se sucedían gags uno detrás del otro, como una mascletá de humor que acabó con las mandibulas de toda el público, momentos en los que se veía venir lo que iba a pasar y aun así resultaba tremendamente buena la resolución de la situación por el gracejo natural que destilan Joan Gracia, Carles Sans y Paco Mir. Algunos gags que parecían estar aislados unos de otros se hilvanaban y producían un estallido de carcajadas. Situaciones surrealistas y socarronas que decían mucho más de lo que aparentaban. Definitivamente creo que han sido las dos horas en las que más me he reido en toda mi vida. No era cosa mía, os lo aseguro, había gente -como esa señora que no podía parar de reirse- a la que le costaba guardar silencio para que pudiesemos prestar atención a lo que ocurría.
Si me tuviera que quedar con algúnos momentos, sin duda las escenas a golpe de encendido y apagado de iluminación, en las que sin moverse del sitio Tricicle nos transporta a una iglesia, a un partido de futbol o a una carrera de formula-1 caricaturizando las escenas más cotidianas que seguro que la mayoría hemos vivido pero a un ritmo frénetico, casi sin dar tiempo a que la gente pueda recuperarse de las risas de la escena anterior. También el sketch del pastor y el perro o el de la consulta del dentista, buenísimos.
Estuvieron realmente muy bien. Recomiendo encarecidamente este espectáculo a todos los que viváis en Valencia o tengáis la posibilidad de acercaros. Una cosa más, un detalle que creo que los distingue; a muchos os sorprenderá verlos a la salida del teatro, dandole la mano a todo el público uno por uno y agradeciendoles que hayan venido a verles. Esto lo hacen tres profesionales del teatro que cuelgan el "no hay entradas" allá donde van. Chapeau! por su humildad y su clase.
Os sugiero que si os decidís a ir a verlos busquéis butacas entre semana por que tendreis más posibilidad de elegir sitio y conseguireis precios algo más económicos. Id a verlos y después me contáis, están hasta el 28 de Mayo en el Olympia de Valencia (detrás del ayuntamiento).
Son Tricile, para que decir más.
La otra noche fuímos a verlos mi novia y yo al Teatro Olympia. Esperaba muchísimo de ellos pero aun así me quedé corto, se superaron.
El desarrollo de la función pasaba por minutos durante los cuales se sucedían gags uno detrás del otro, como una mascletá de humor que acabó con las mandibulas de toda el público, momentos en los que se veía venir lo que iba a pasar y aun así resultaba tremendamente buena la resolución de la situación por el gracejo natural que destilan Joan Gracia, Carles Sans y Paco Mir. Algunos gags que parecían estar aislados unos de otros se hilvanaban y producían un estallido de carcajadas. Situaciones surrealistas y socarronas que decían mucho más de lo que aparentaban. Definitivamente creo que han sido las dos horas en las que más me he reido en toda mi vida. No era cosa mía, os lo aseguro, había gente -como esa señora que no podía parar de reirse- a la que le costaba guardar silencio para que pudiesemos prestar atención a lo que ocurría.
Si me tuviera que quedar con algúnos momentos, sin duda las escenas a golpe de encendido y apagado de iluminación, en las que sin moverse del sitio Tricicle nos transporta a una iglesia, a un partido de futbol o a una carrera de formula-1 caricaturizando las escenas más cotidianas que seguro que la mayoría hemos vivido pero a un ritmo frénetico, casi sin dar tiempo a que la gente pueda recuperarse de las risas de la escena anterior. También el sketch del pastor y el perro o el de la consulta del dentista, buenísimos.
Estuvieron realmente muy bien. Recomiendo encarecidamente este espectáculo a todos los que viváis en Valencia o tengáis la posibilidad de acercaros. Una cosa más, un detalle que creo que los distingue; a muchos os sorprenderá verlos a la salida del teatro, dandole la mano a todo el público uno por uno y agradeciendoles que hayan venido a verles. Esto lo hacen tres profesionales del teatro que cuelgan el "no hay entradas" allá donde van. Chapeau! por su humildad y su clase.
Os sugiero que si os decidís a ir a verlos busquéis butacas entre semana por que tendreis más posibilidad de elegir sitio y conseguireis precios algo más económicos. Id a verlos y después me contáis, están hasta el 28 de Mayo en el Olympia de Valencia (detrás del ayuntamiento).