A la atención de la autoridad competente
Quisiera proponer algo a la autoridad competente.
Propongo que se realicen seguimientos, informativos, reportajes y entrevistas acerca todas y cada una de las víctimas del terrorismo en España.
En mi opinión, lo adecuado sería que los medios dedicasen atención a cada atentado por separado al menos durante toda la semana anterior a su aniversario/conmemoración.
Así, un atentado cometido el 20 de Abril sería recordado a partir del día 13 de Abril de cada año y durante los siete dias siguientes se podría rememorar a la insolidaria opinión pública lo que pasó entonces y como se actuó, para ver si aprenden de una vez.
Lo más aconsejable sería que puntualmente se realizarán tertulias televisivas y radiofónicas (con la invariable presencia de Juán Adriansens, por supuesto). A ser posible dentro de los programas de prensa rosa para fomentar lo máximo posible su difusión (la del recordatorio del atentado, no la del programa).
Si se repusiese el "Gran Prix" también podría incluirse un micro-espacio dedicado a los atentados. A la vaquilla se le puede dar el papel de etarra y a los concursantes el de no-nacionalistas.
Por otro lado, sería más que conveniente que se creasen comisiones de investigación para aclarar los sucesos y las posibles responsabilidades políticas. Estas comisiones, debido al enorme volumen de trabajo que tendrán que afrontar, estarían compuestas por dos diputados (los mínimos imprescindibles para que se entretengan jugando a las cartas entre ellos). El resultado de sus investigaciones se vendería por fascículos en los quioscos, para aliviar el heraldo público, como corresponde a una sociedad de mercado como la nuestra. Aconsejo acompañar la primera entrega con un cachito de los trenes del 11-M para animar a los más reticentes a empezar tan instructiva colección.
Por último, pienso que no es lógico que un atentado como el del 11-M, algo que ha cambiado la historia española y europea para siempre, no tenga un sello de correos conmemorativo. Por eso sugiero a la autoridad competente que estimule a los creativos de correos para que creen una estampa lo suficientemente significativa o sintetizadora de lo que para España supuso este día.
Ahí les va una idea: puede aparecer una gran gaviota azul peleando contra un gran puño que sostiene una rosa. A los pies de ambas figuras se puede poner una pequeña imagen del territorio nacional con un crespón negro ¿No es lo suficientemente descriptivo?
Todas estas medidas no serán efectivas si no se hace algo con esos partidistas de siempre, los que remueven y remueven buscandole los tres pies al gato y se empeñan en politizarlo todo, sí, ya saben, las victimas. Esa chusma siempre empeñada en que le den ayudas y pensiones sin considerar la falta que hace su dinero en España. ¿Acaso se piensan que las cenas y los sueldos de nuestros incansables diputados salen gratis?
Algo habrá que hacer con ellos por que si no se empeñarán en pasar página y seguir con su vida intentando olvidar.
Espero que se atienda mi propuesta, en especial lo referido a las víctimas. Son todos gente sin escrúpulos, se lo digo yo.
Propongo que se realicen seguimientos, informativos, reportajes y entrevistas acerca todas y cada una de las víctimas del terrorismo en España.
En mi opinión, lo adecuado sería que los medios dedicasen atención a cada atentado por separado al menos durante toda la semana anterior a su aniversario/conmemoración.
Así, un atentado cometido el 20 de Abril sería recordado a partir del día 13 de Abril de cada año y durante los siete dias siguientes se podría rememorar a la insolidaria opinión pública lo que pasó entonces y como se actuó, para ver si aprenden de una vez.
Lo más aconsejable sería que puntualmente se realizarán tertulias televisivas y radiofónicas (con la invariable presencia de Juán Adriansens, por supuesto). A ser posible dentro de los programas de prensa rosa para fomentar lo máximo posible su difusión (la del recordatorio del atentado, no la del programa).
Si se repusiese el "Gran Prix" también podría incluirse un micro-espacio dedicado a los atentados. A la vaquilla se le puede dar el papel de etarra y a los concursantes el de no-nacionalistas.
Por otro lado, sería más que conveniente que se creasen comisiones de investigación para aclarar los sucesos y las posibles responsabilidades políticas. Estas comisiones, debido al enorme volumen de trabajo que tendrán que afrontar, estarían compuestas por dos diputados (los mínimos imprescindibles para que se entretengan jugando a las cartas entre ellos). El resultado de sus investigaciones se vendería por fascículos en los quioscos, para aliviar el heraldo público, como corresponde a una sociedad de mercado como la nuestra. Aconsejo acompañar la primera entrega con un cachito de los trenes del 11-M para animar a los más reticentes a empezar tan instructiva colección.
Por último, pienso que no es lógico que un atentado como el del 11-M, algo que ha cambiado la historia española y europea para siempre, no tenga un sello de correos conmemorativo. Por eso sugiero a la autoridad competente que estimule a los creativos de correos para que creen una estampa lo suficientemente significativa o sintetizadora de lo que para España supuso este día.
Ahí les va una idea: puede aparecer una gran gaviota azul peleando contra un gran puño que sostiene una rosa. A los pies de ambas figuras se puede poner una pequeña imagen del territorio nacional con un crespón negro ¿No es lo suficientemente descriptivo?
Todas estas medidas no serán efectivas si no se hace algo con esos partidistas de siempre, los que remueven y remueven buscandole los tres pies al gato y se empeñan en politizarlo todo, sí, ya saben, las victimas. Esa chusma siempre empeñada en que le den ayudas y pensiones sin considerar la falta que hace su dinero en España. ¿Acaso se piensan que las cenas y los sueldos de nuestros incansables diputados salen gratis?
Algo habrá que hacer con ellos por que si no se empeñarán en pasar página y seguir con su vida intentando olvidar.
Espero que se atienda mi propuesta, en especial lo referido a las víctimas. Son todos gente sin escrúpulos, se lo digo yo.