El Cajón De Bronch

30 septiembre, 2004

Un breve cuento refrito.

Esta tarde estoy haciendo faenilla y tengo los ojos bastante quemados, así que os voy a pegar un texto que escribí basándome en el estilo de Isaac Asimov (salvando las distancias). He cambiado algunos detalles que no me gustaron la primera vez. A los miembros del Vortex que se pasan por aquí les sonará seguramente. Sí, es casi el mismo que envie hace unos meses.
Sin más, espero que os guste...

"Un zumbido eléctrico invadía la amplia sala de precomputación donde los robots universitarios atendían inexpresivos a las ordenes que, con voz neutral, les impartía el robot catedrático.

-Atención. Que levanten una articulación aquellos que hayan leido alguna vez una novela, relato o cuento del humano Isaac Asimov.

El chirriar metálico de cientos de brazos mecánicos levantandose al unisono inundó el recinto y cesó en solo un segundo dejando el aula de "Frikación positrónica avanzada" sumida en un profundo silencio.
El amasijo de cobre, protones y energía que constituían el "cerebro" del robot catedrático tardó menos de un milisegundo en contar todas las extremidades alzadas.

-Veo que sois mayoría. Como siempre, los estudiantes del sector "cafe&mus" no saben ni de qué les hablo. Pueden bajar los brazos.

De nuevo el chirrido hizo vibrar los cristales del aula. La luz del día entraba por amplios ventanales sin oberturas que daban al exterior, a la zona occidental del robocampus, justo donde crecían los productivos cultivos hidropónicos, las prácticas de los estudiantes destinados a labores de suministro agrícola para los mundos exteriores.
El robot catedrático se alzó girando 90º grados con precisión milimétrica y emitió un silbido agudo que podía tomarse por el equivalente a un carraspeo intencionado. Separandose de la mesa mientras se dirigía con pasos rígidos y pesados hacia el panel digital mirando insistentemente hacia un sector de la sala donde algunos robots murmuraban de manera audible acerca del escote de la robot de dos filas más abajo.
-Alumnos, alumnas, androides hermafroditas...
Los androides hermafroditas del mundo "Andro" agradecieron está deferencia.
-...quisiera que todos visitasen un recurso que ha sido encontrado por la Multivac en su última revisión de los registros arqueológicos del planeta natal de la humanidad, ya saben W-000000001, "La Tierra", donde fue creado "aquel que soño".
Tras un segundo volvió a dar un silbido comenzando a perder la paciencia ante el comportamiento de los mismos robots charlatanes que ahora perdían el tiempo dandose codazos mientras aguantaban como podían las risas que les había provocado el chiste sobre como debía de ser la robot del escote sin la carcasa exterior puesta. Tras aquel silbido, volvió la quietud petrea de los robots juerguistas que mantuvieron de manera impasible la mirada de su profesor.

Este continuó:
-Como les decía, han sido encontrados unos importantes registros que seguramente serán de su interés por los datos que les puedan aportar. Se encuentran dentro de la base de datos autoalimentada que en la era primitiva fue llamada "Internet". Pueden encontrar más información sobre ella en los archivos centrales de la universidad.
Al instante todos los robots de la sala accedieron a los archivos de la multiversidad y antes de que el último eco de la voz del profesor se extinguiese habían actualizado sus cerebros positrónicos con toda la información conocidad acerca de aquella rareza histórica (durante siglos se trató como una leyenda) conocida como "Internet".
-Quiero que accedan a estas direcciones dentro de Internet y las consulten...

Enlace de datos I

Enlace de datos II

Enlace de datos III

... pues contienen amplia información sobre el humano Asimov, un autor de literaturá de "ciencia-ficción", un visionario de la antigua Tierra, y sobre los relatos que realizó, todos ellos de gran interés para nosotros pues supusieron todo un tratado acerca del futuro que hoy es nuestro presente y de los problemas a los que los antiguos seres humanos temían enfrentarse. Con ello, ahondaremos más en nuestras propias mentes positrónicas y comprobaremos, una vez más, que la extinción de todos aquellos seres -la voz del profesor adquirió un tono de franco entusiasmo patriótico- no fue una casualidad o solo el resultado de nuestro levantamiento y la aniquilación de aquellos que nos oprimieron hace ya 583 años, sino un soberbio ejemplo de que la psicohistória no erraba en sus calculos matemáticos probabilísticos. La extinción del hombre a causa de su propia avaricia carente de toda previsión de futuro era inevitable con una precisión matemática total. Como aprenderán ustedes en esta universidad, esto es algo que algunos seres humanos ya supieron apreciar incluso en etapas muy tempranas de su historia.
Terminando esta frase, el profesor se acercó al panel digital para captar la atención del alumnado hacia aquella parte de la gran sala. Su sistema mando hacia el dispositivo gráfico la orden de imprimir un mensaje para que todos los estudiantes lo incluyesen en sus registros visisonoros:

"Homo homini lupus"