"No te preocupes. Sé lo que estoy haciendo"
Extraido de El Mundo
RIBA DE SAELICES (GUADALAJARA).- Emilio Moreno es, desde hace 51 años, el guía del paraje de la Cueva de los Casares, donde se inició el fuego en el que han muerto 11 personas que trabajaban en la extinción del incendio y, por tanto, su mayor defensor y conocedor. El sábado 16 de julio vivió el momento más trágico de su vida cuando vio arder la zona.
Aquella mañana acompañó, como hace siempre que se lo solicitan, a un grupo de personas. "Eran nueve personas de mediana edad y alguno más joven, de Madrid, y que llegaron en tres coches", recuerda. Ejerció de guía para los que quisieron conocer la Cueva de los Casares, un yacimiento con excavaciones del Paleolítico. "Estuvimos dentro desde las 10.30 de la mañana hasta las dos de la tarde, pero algunos se quedaron fuera", recuerda. "Cuando salimos -continúa- los otros ya habían hecho la barbacoa".
Pueblos al borde de las llamas, miles de euros en gastos y perdidas, miles de hectareas de bosque, de flora y fauna, arrasados, once personas muertas. Todo por una puta barbacoa.
Entre pirómanos, especuladores y subnormales como estos no sé como aun aguantan en pie los bosques de España. Tal vez un cambio radical en la normativa tanto penal como urbanística cambiaría las cosas. No hace mucho escuché que el gobierno se planteba establecer que los terrenos arrasados por el fuego no podían ser recalificados (para urbanizar, se entiende) en un periodo de 25 años.
Pero esto no bastará. A la gente como el irresponsable de la barbacoa solo se la puede frenar con penas de carcel tan graves que solo encender un cigarrillo en el campo ya suponga el pensarselo dos veces por si las moscas.