Una vida en 25 metros cuadrados.
Me despierto, las siete, apago el despertador, mierda, sin querer he vuelto a tirar la sartén.
Me levanto de la cama, estiro un brazo primero, luego el otro. Doy dos pasos, entro en baño, una meadilla, bajo la tapa. Ahora ya puedo entrar en la ducha.
Me meto en la ducha. Mientras me enjabono enciendo el fuego y voy poniendo un cazo con leche pare el desayuno.
Termino de ducharme, me seco. Ahora me afeitaré, con cuidado, de un codazo podría volver a tirar la sartén.
Mientras me seco y me afeito enciendo la tele del salón, esto es lo mejor de los pisos pequeños, desde cualquier "habitación" puedes ver la tele, como no hay muros.
Esta vez sigo las noticias desde el espejo del baño.
Termino de afeitarme. Saco del armario de la cocina el after-shave, todo lo tengo a mano, ufff esto pica.
Me doy la vuelta. Doy otros dos pasos y subo los pies en la cama para abrir el armario. Una camisa, esta me vendrá bien. En realidad solo tengo dos pero la otra aun está para lavar, me da pereza tener que lavar a mano, no, no sibarita, yo no tengo lavadora, no me cabe, tuve que elegir entre la lavadora y la nevera, seré soltero pero no tonto.
Ahora los pantalones, a ver, a ver, estos, sí, estos. Siendo invierno mejor ponerme los vaqueros que los pantalones cortos. Me compraría más pantalones pero no sabría donde meterlos. Ponerse el pantalón de pie es facil, aun a la pata coja siempre tengo donde apoyarme, todo queda tan cerca.
Un zapato, ahora el otro, me miro en el espejo del baño (desde la cama), un poco de gomina por aquí, ahora por allá, mierda, volví a darle un codazo al mango de la sartén, bueno, ya está, como un pincel he quedao, sí señor.
Saco un vaso, de hecho, saco EL vaso. Vamos a echarnos un poco de alimento pal cuerpo que hoy hay que trabajar.
Recojo otra vez la puta sartén.
Apago la tele.
Apago las luces.
Cojo las llaves de la moto.
Todo esto sin dar un solo paso ¿no es maravilloso?
Me hago a un lado, abro la puerta de casa, salgo, no cierro con llave por que si me robaran algo aun me harían un favor. El seguro de mi piso lo regalaban con las galletas Tostarica, así que estoy tranquilo.
Llamo a la puerta de la vecina, una chica, también joven independiente como yo. Ella no tiene nevera así que me guarda el casco de la moto y la chaqueta, a mi no me caben en casa. Le digo "hasta luego guapa, luego charramos por el deslunao" Ella se rie, el piso solo tiene una ventana y no me cabe la cabeza por ella. No, no tengo galería interior, mucho menos balcón.
Hoy estoy contento, empiezo un nuevo curro, reponedor, trabajaré trece horas, me pagarán ocho, el contrato es por tres meses, pero por fin tengo contrato.
Mañana iré al banco, puede que también a la armería, aun no estoy seguro.
Si me dan el crédito para comprarme una casa de verdad será maravilloso, si no, me plantaré en el ministerio de la vivienda con una recortada y buscaré a la señora ministra para mostrarle lo que opino yo de su idea de "vivienda digna".
Enlaces:
La cruda realidad
Me levanto de la cama, estiro un brazo primero, luego el otro. Doy dos pasos, entro en baño, una meadilla, bajo la tapa. Ahora ya puedo entrar en la ducha.
Me meto en la ducha. Mientras me enjabono enciendo el fuego y voy poniendo un cazo con leche pare el desayuno.
Termino de ducharme, me seco. Ahora me afeitaré, con cuidado, de un codazo podría volver a tirar la sartén.
Mientras me seco y me afeito enciendo la tele del salón, esto es lo mejor de los pisos pequeños, desde cualquier "habitación" puedes ver la tele, como no hay muros.
Esta vez sigo las noticias desde el espejo del baño.
Termino de afeitarme. Saco del armario de la cocina el after-shave, todo lo tengo a mano, ufff esto pica.
Me doy la vuelta. Doy otros dos pasos y subo los pies en la cama para abrir el armario. Una camisa, esta me vendrá bien. En realidad solo tengo dos pero la otra aun está para lavar, me da pereza tener que lavar a mano, no, no sibarita, yo no tengo lavadora, no me cabe, tuve que elegir entre la lavadora y la nevera, seré soltero pero no tonto.
Ahora los pantalones, a ver, a ver, estos, sí, estos. Siendo invierno mejor ponerme los vaqueros que los pantalones cortos. Me compraría más pantalones pero no sabría donde meterlos. Ponerse el pantalón de pie es facil, aun a la pata coja siempre tengo donde apoyarme, todo queda tan cerca.
Un zapato, ahora el otro, me miro en el espejo del baño (desde la cama), un poco de gomina por aquí, ahora por allá, mierda, volví a darle un codazo al mango de la sartén, bueno, ya está, como un pincel he quedao, sí señor.
Saco un vaso, de hecho, saco EL vaso. Vamos a echarnos un poco de alimento pal cuerpo que hoy hay que trabajar.
Recojo otra vez la puta sartén.
Apago la tele.
Apago las luces.
Cojo las llaves de la moto.
Todo esto sin dar un solo paso ¿no es maravilloso?
Me hago a un lado, abro la puerta de casa, salgo, no cierro con llave por que si me robaran algo aun me harían un favor. El seguro de mi piso lo regalaban con las galletas Tostarica, así que estoy tranquilo.
Llamo a la puerta de la vecina, una chica, también joven independiente como yo. Ella no tiene nevera así que me guarda el casco de la moto y la chaqueta, a mi no me caben en casa. Le digo "hasta luego guapa, luego charramos por el deslunao" Ella se rie, el piso solo tiene una ventana y no me cabe la cabeza por ella. No, no tengo galería interior, mucho menos balcón.
Hoy estoy contento, empiezo un nuevo curro, reponedor, trabajaré trece horas, me pagarán ocho, el contrato es por tres meses, pero por fin tengo contrato.
Mañana iré al banco, puede que también a la armería, aun no estoy seguro.
Si me dan el crédito para comprarme una casa de verdad será maravilloso, si no, me plantaré en el ministerio de la vivienda con una recortada y buscaré a la señora ministra para mostrarle lo que opino yo de su idea de "vivienda digna".
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