El Cajón De Bronch

12 septiembre, 2004

De muerte y guerras

Dios... cada día me sorprendo más de a lo que llegan a hacer los yankis.
Si algo ha quedado claro es que la política allí no conoce de medias tintas, o estas con nosotros o contra nosotros. Los republicanos han reaccionado a los docu-películas de Michael Moore con la simpleza más absoluta. La respuesta ha consistido en perpetrar otro documental pero a su modo. En Buried in the sand (Enterrado en la arena) se han recopilado imágenes y testimonios, algunos inéditos, en los que se bombardea al espectador con series de atrocidades cometidas supuestamente por musulmanes "el eje del mal", como lo llaman ellos.



Me sorprende (o no) que sea este el contenido del documental. Porque, pensemos, si alguien está contando supuestas mentiras para calumniarte o está exagerando tus pecados, tú ¿que haces?. Lo razonable sería desmentirlo, aportar pruebas para demostrar tu inocencia o, al menos, aclarar los puntos que se han manipulado para hacerlos más graves. Pero claro, eso sería lo razonable. En este film lo que se pretende no es desmentir los pecados propios (agrandarían la bola de nieve) sino intentar justificarlos(ahí es nada). La idea que destila este proyecto de cine gore viene a ser algo así como "empezaron ellos", "ellos son los malos y nosotros los buenos", "se lo merecían", etc. Que clase de madurez política o de principios es esa. Que clase de mente estúpida y anormal ha considerado que lo mejor que había para lavar la imagen de un pais era mostrar los crimenes que se han cometido precisamente a causa de la constante intervención militarista y de la miseria que han causado en el resto del mundo. Con su video quieren hacernos creer que lo han hecho porque tenían que hacerlo, como "policias" que son del mundo. Partiendo de esa forma de ver las cosas tan filantrópica ¿que me dicen de la marabunta de conflictos que hay en África? Ah, no, claro, es que esos no interesan. A quien coño le importa que a Nagurube y a toda su familia los pasen a cuchillo por pertenecer a tal o a cual étnia. Y a quien le importa que haya miles de "Nagurubes" muriendose de hambre por que ni las ONGs se aventuran a enviar ayuda. Seguramente esos conflictos nunca entrarán dentro de una campaña por la presidencia ni hará temblar al dios Dow Jones. A no ser que se interesen por sus reservas de petroleo y sus minas de diamantes.





Los republicanos se ridiculizan a si mismos si pretenden hacernoa creer que ellos querían arreglar el mundo. La realidad dista mucho de la imagen que nos venden de si mismos con este bodrio. La muerte de gente inocente es injustificable. Convertir el mundo en un lugar mucho más peligroso y horrible para aumentar la riqueza propia o la de su país es algo que por lo menos merece ser recordado en los libros de historia como una canallada más en el largo rosario del tio Sam. La lastima es que la historia no se escribe, la escriben. Nagurube no, desde luego, hace años que está pudriendose en África. Seguramente algún pomposo catedrático americano definirá a Bush como "el libertador de pueblos", "defensor de su patria" "adalid de las libertades civiles". La clásica objetividad yanki.

Si vuelve a ganar "el imbecil" que Dios, o quien esté rascandose la barriga allá arriba, nos pille confesados.